Desde hace unos años, en el Colegio Internacional de
Levante apostamos por la adopción del iPad como medio para conseguir la
implementación de metodologías activas que mejorasen el aprendizaje de nuestros
alumnos.
De acuerdo con el método tradicional, el docente hablaba a
los estudiantes y esperaba que estos absorbieran el conocimiento. Para
demostrar que era así, debían repetir lo dicho por los profesores en diversas
pruebas escritas. De este modo, la educación se limitaba al aprendizaje memorístico
o también conocida como “educación bulímica”.
Sin embargo, el modelo de Kolb (1984) demostró que, para
aprender algo, los alumnos deben procesar la información que reciben y, para
ello, además de estar en contacto con ella, es necesario que la experimenten de
una manera activa. Evidentemente,
tampoco se puede olvidar que cada alumno es diferente y, por tanto, cada uno
tiene un estilo propio de aprendizaje.
Es por este motivo que, si cambiamos los roles y situamos a
los alumnos en el centro del proceso de aprendizaje, a través del trabajo en
equipo (que les permite compartir experiencias e intercambiar opiniones)
desarrollan la autonomía, el pensamiento crítico, las actitudes colaborativas,
las destrezas profesionales, la capacidad de autoevaluación, y, más importante
si cabe, adquieren los conocimientos de manera más significativa. Los
resultados obtenidos por muchos estudios, como los de Willard y Duffrin (2003),
Rodríguez-Sandoval et al (2010) o
Martínez, Herrero, González y
Domínguez (2007) respaldan la efectividad de las metodologías activas que
involucran al alumnado en su propio proceso de adquisición de conocimientos.
Dicho esto, cabe preguntarse cómo puede el iPad contribuir
al desarrollo de estas metodologías. Este dispositivo pone al alcance de
nuestras alumnos miles de apps educativas, libros y recursos de realidad
aumentada. Este hecho les permite descubrir conceptos por sí mismos y ello
conlleva de manera intrínseca un mayor grado de motivación porque pueden ver, oír
y tocar lo que están aprendiendo, es decir, pueden experimentar la información
de manera autónoma y más directa.
Por ejemplo, podemos pedir a nuestros alumnos que lleven a
cabo una investigación entorno a un período literario concreto y que elaboren
una presentación multimedia. De este modo no sólo pasarán a conocer los autores
y obras más importantes, sino que también mejorarán su oratoria. ¡Y todo
mientras se divierten!
En definitiva, desde el Colegio Internacional de Levante
pretendemos abrir una ventana al mundo para nuestros alumnos y es la adopción
de métodos como el aprendizaje basado en problemas, la gamificación o el design
thinking la que, en conjunción con el iPad, permiten a nuestras alumnos ser
más autónomos, adquirir nuevas competencias, estar más motivados y, sobre todo,
aprender más y mejor.
Alejandra Mezquida
Rubén Benet
Departamento Filología
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