“Joan Miró, orden y desorden” es una de las exposiciones más relevantes de este año y se puede contemplar en el IVAM hasta el mes de junio.
Una docena de instituciones artísticas y museos, han prestado para la exposición un total de 200 obras. La muestra plantea la dualidad entre el orden y el desorden y esa necesidad de experimentación que vivió Miró a lo largo de su trayectoria artística.
Joan Miró nació con las vanguardias y en sus primeras obras mostró fuertes influencias del fovismo, cubismo y expresionismo. Poco a poco se desprendió de este bagaje y descubrió el poder de los sueños y el subconsciente, y decidió acabar con los métodos convencionales de pintura incorporando a su obra formas infantiles, automáticas y signos caligráficos. Redujo también su paleta a colores primarios y a formas primarias, y esto se observa también en sus esculturas y cerámicas. Su obra se fue volviendo cada vez más abstracta, más simple, más infantil y fue creando un mundo de seres completamente personales e irreconocibles, inexistentes en la realidad una especie de células, larvas, estrellas, pájaros, lunas, todos ellos inmersos en un mundo lleno de poesía.
Su arte toma prestados elementos del mundo de la infancia, pero también de la cultura popular, por lo que hay muchos elementos simbólicos que reflejan su particular visión del mundo.
Si no conocéis mucho el legado artístico de Miró, vale la pena visitar esta exposición ya que no se puede entender el arte del siglo XX sin conocer su obra.
Aleth Tárrega
Profesora de Arte
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