![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcjgpXhP3jMVoeTh_kSiq6Xe5a6xtxSfLqOiuvTcCu8fakKawGfBj0YY3OX58nWsAbl2J_LfNU7NbXFNMYVqoLUcAMI9qM8V3y7bCabRlK8uHatvNITpY0T4ATrGPTo-tz3hRnoYtwXXs/s320/IMG_20180117_160321.jpg)
Encontramos estos dos elementos principales:
- La llamada Barra Armónica es una barra de madera, generalmente de abeto, pegada a la tapa superior del instrumento que se encarga de transmitir las vibraciones a la misma y generar los armónicos necesarios para que las notas suenen.
- El Alma es un cilindro, también generalmente de abeto, que une las dos tapas del instrumento. De esta forma, transmite las vibraciones entre la parte delantera y trasera del mismo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiN0q-5DS0RQe4MPRbKKAcI75I4PNPC6PAunlz-dgjzG6OVUoJ82Ig3uSl0J7wWLcTOqEQTe3qqr6UX7Bz2SkLLx1BJLPOEGpMM5wH_ELX0IhH_aUDCb1dGajl3ih7fMc2oiU1rBHMBI8/s320/20120919201309.jpg)
Además de estos dos elementos, la caja del violonchelo está meticulosamente realizada con cálculos y muchos más complementos exteriores hacen que el instrumento suene.
Gracias a todos estos componentes podemos disfrutar de su maravilloso sonido y pasarlo genial aprendiendo a interpretarlo.
Lydia Asensi Arnau
Profesora de Violonchelo
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