Las emociones son estados propios del ser humano que nos ayudan, entre otras cosas, a comunicarnos con los demás. En los primeros años de nuestra vida, resultan más difícil de identificar y, por ello, en Educación Infantil damos a los alumnos las herramientas necesarias para poder distinguir cada una de ellas.
A través de cuentos como “El monstruo de colores” de Anna Llenas, podemos reconocer la alegría, la tristeza, el enfado, el miedo y la calma.
Aprendemos a ver la alegría en los demás cuando en su cara se dibuja una sonrisa, cantan, bailan… Identificamos la tristeza cuando vemos a alguien que llora o que prefiere estar solo, o el enfado cuando alguien grita de rabia, por ejemplo. Vemos cuáles son los cambios que experimenta nuestro cuerpo dependiendo de lo que sentimos.
También, aprovechamos las situaciones del día a día para enseñar a los alumnos a resolver los conflictos cotidianos. Primero identifican lo que les ocurre, cómo se sienten y les ayudamos a buscar una solución al problema.
Al principio necesitan de la ayuda de un adulto para que haga de mediador pero, poco a poco, los alumnos aprenden a solucionar esas pequeñas dificultades que van surgiendo en el día a día.
En el Colegio Internacional de Levante los alumnos crecen en todas las áreas del desarrollo académico pero, además, en Inteligencia Emocional.
Cuando un alumno es capaz de reconocer sus emociones, puede verbalizar con mayor claridad lo que le ocurre y, además, es capaz de ver y entender cómo se sienten o cómo pueden sentirse los demás ante determinadas situaciones. De este modo, aprenden a ponerse en el lugar del otro, a trabajar la empatía, resultándoles más fácil ayudarse unos a otros.
Todas estas herramientas van a hacer que el alumno crezca con mayor autoestima, autonomía y seguridad en sí mismo, consiguiendo Ser Mejores.
María Campos
Maestra de Ed. Infantil