"El pájaro no canta porque está alegre, está alegre porque canta"
Williams James
Y así de contentos están nuestros peques en la clase de sensibilización musical, mientras practicamos una de nuestras coreografías.
Son tantos los beneficios que la música confiere a los niños que ha de considerarse fundamental para su educación y desarrollo. Una actividad tan sencilla, como la que estábamos realizando en clase, puede mejorar los reflejos psicomotrices, su expresión corporal, la concentración, la memoria, la autonomía, el control de las emociones o la capacidad de aprendizaje del alumno.
Por lo que respecta a la psicomotricidad, el hecho de recrear una coreografía, les proporciona la experiencia de un proceso de coordinación y control del movimiento sujeto a un ritmo. Una experiencia altamente enriquecedora para sus mentes "esponja".
Cuando la música acapara nuestra atención llega a cualquier función cognitiva. De esta forma estimula muchos tipos de memoria: la auditiva-sensitiva, la visual-auditiva, la memoria cinestésica o de movimiento-auditiva, la afectiva, etc. Se trata, por tanto, de todas las relacionadas con el aprendizaje o desarrollo de los niños.
Durante las últimas sesiones, hemos utilizado la asignatura estrella y motivación esencial de los niños: el juego. Gracias a su fácil fusión con la música, nos ha permitido desarrollar un trabajo de socialización y creatividad con nuestros alumnos.
Fabiola Tomás García
Profesora de Música
Centro Profesional de Música Levante
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